miércoles, 4 de marzo de 2009

¿Beijing o Pekin?


Beijing o Pekin?
Ultimamente en especial durante las olimpiada mucho se dijo acerca de si Pekin habia cambiado de nombre y ahora se llama Beijing, y es curioso que hasta gente de los medios (Lo cual no me extraña) mencionaba el dichoso cambio...
El problema de esta y otras confusiones (Mumbai, bombai. London, Londres o Manaus, Manaos)es no estar familiarizado con el termino "Exonimo" y explico...
El tèrmino esta formado por las raices griegas "exo" Fuera y "Onoma" Nombre, pues es el nombre de un lugar (Toponimo) dado en una lengua diferente a la del propio lugar.
El desarrollo de exònimos fue y es algo absolutamente normal y esto debido a que los individuos, en su afan de interactuar ya sea por el comercio u otras razones, hizo que individuos de diferentes lenguas se vieran en la obligacion de encontrar una manera comoda de "nombrar" lugares con nombres ya existentes.
Debido a la fuerte existencia de diferencias en los nombres la ONU (Cuando no, los burocratas) convocò a una serie de conferencias para la normalizaciòn de los nombres geogràficos con la intenciòn de evitar el uso de los exònimos y que se use el toponimo (Napoli ---> Napoles).
Como todo en lo que meten las manos los buròcratas las intenciones no eran malas, pero las consecuencias nunca se miden, y es evidente que esto no tiene ninguna consecuencia pràctica pues este fenomeno no puede borrarse por decreto.
El Lexicografo Josè Martinez lo dibuja de una manera muy pràctica:

En escritos no profesionales, en la literatura y el periodismo, los exónimos son de uso obligatorio, ya que las formas originales son desconocidas y carecen de entronque con la cultura popular y la fonética de cada lengua. A mayor abundamiento, habría que utilizar, como de hecho hacen los profesionales mencionados [bibliotecarios y documentalistas] una serie de signos fonéticos o combinaciones de letras (especialmente en las transcripciones) que el grueso del público desconoce y solo sirven para desorientarle

José Martínez de Sousa, Manual de Estilo de la Lengua Española, 2007, pág. 371

¿Tema interesante no?

La situacion pasa por otra interesante moderacion que es ya no la de la burocracia internacional si no la del uso del lenguaje, siendo el encargado de esto el "Diccionario Pan-Hispanico de Dudas", derivado este de la DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. El cual fue editado por primera ocasion en Octubre del 2005 y posee un capitulo destinado al tratamiento de los topònimos, del cual resumo las reglas:

1. Topónimos con forma tradicional plenamente vigente en español, que, no obstante, aparecen con cierta frecuencia en los medios de comunicación con nombres o grafías propios de otras lenguas. Se prefiere la forma española, a no ser que haya caído en desuso o se haya producido un cambio de denominación: Amberes (no Antwerpen ni Anvers), Ciudad del Cabo (no Cape Town), Milán (no Milano) o Nueva York (no New York).

2. Topónimos que carecen de forma adaptada al español y se emplean tradicionalmente con la grafía propia de la lengua local o con la grafía correspondiente a una lengua puente. Se respetan estas grafías, incluso en lo concerniente a su acentuación, por tratarse de formas ya asentadas en el uso: Canterbury, Ottawa, Washington o Copenhague (del inglés Copenhagen, en danés København).

3. Topónimos cuya forma tradicional en español ha caído en desuso en favor de la forma local. Se da primacía a la forma local: Ankara (antes Angora), Bremen (antes Brema) o Maastricht (antes Mastrique).

4. Topónimos con cambio de denominación oficial en favor de la forma local, pero que cuentan con una forma tradicional española plenamente vigente. Se prefiere la forma española: Calcuta (no Kolkata), Moldavia (no Moldova), Bombay (no Mumbai) o Esmirna (no Izmir). Solo en aquellos casos en que se ha producido un verdadero cambio de nombre (y no una mera reivindicación de las formas locales de este) se recomienda la nueva denominación, que debe sustituir a la anterior: Burkina Faso (antiguo Alto Volta) o Sri Lanka (antiguo Ceilán).

5. Topónimos que se emplean a menudo con grafías que responden a la transliteración o representación en otras lenguas (normalmente el inglés o el francés) del nombre local, perteneciente este, por lo general, a lenguas que utilizan alfabetos no latinos o que carecen de escritura. Se propone la adaptación de esas formas al sistema gráfico del español de acuerdo con la pronunciación más generalizada entre los hispanohablantes: Zimbabue (no Zimbabwe), Punyab (no Punjab) o Buriatia (no Buryatia).

6. En el caso de topónimos pertenecientes a lenguas que utilizan alfabetos no latinos, se recomienda la forma gráfica que resulta de aplicar las normas de transliteración de esos alfabetos al español y se reconocen, si las hay, otras grafías asentadas: Qatar o Iraq (también Irak). Las formas transcritas se acentúan gráficamente de acuerdo con las normas ortográficas del español: Shanghái, Taipéi. En cuanto a los topónimos que responden al estándar «pinyin»1, se prefiere, si la hay, la forma tradicional española: Pekín (no Beijing), Cantón (no Guangdong [provincia] ni Guangzhou [capital]) o Nankín (no Nanjing).

En resumen a la pregunta inicial:

ES PEKIN Y NO BEIJING

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